Un grupo de once estados republicanos, liderados por Texas, ha presentado una demanda contra las firmas de inversión BlackRock, Vanguard y State Street. Se les acusa de coordinarse para reducir la producción de carbón y las emisiones de dióxido de carbono, lo que, según la demanda, perjudica la competencia y aumenta los costos de la electricidad. Las acusaciones señalan que estas empresas conspiraron para limitar el mercado del carbón e incrementaron deliberadamente los costos energéticos, violando leyes federales. BlackRock ha rechazado las acusaciones, afirmando su compromiso con Texas y argumentando que carecen de fundamento. La presión política y regulatoria ya había llevado a estas instituciones financieras a desvincularse parcialmente de iniciativas sostenibles como Climate Action 100+.
